COP28 : el beneficio, ante todo
« Las últimas décadas han de mostrado que una gran parte de los compromisos voluntarios no han sido cumplidos ». Este es el primer balance que hace el periódico Le Monde (3 de diciembre 2023) en el quinto día de la COP28, al término de las intervenciones de los representantes oficiales y del inicio de las negociaciones sobre un acuerdo final previsto para el 12 de diciembre. En otras palabras, esta 28ª edición de la COP va en la misma dirección que sus predecesoras.
Inicialmente, esta conferencia debería poner en práctica el Acuerdo de París sobre la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, cuyos principales responsables son, como es sabido, la producción, distribución y consumo de combustibles fósiles (carbón, gas y petróleo). La COP28 tuvo lugar en los Emiratos Árabes Unidos, octavo pro ductor mundial de petróleo. Además, está presidida por el director general de ADNOC (Abu Dhabi National Oil Company), que posee la cuarta reservas de petróleo una de las más grandes del mundo. ¡Es como si un barón de la droga presidiera una conferencia sobre el tráfico de drogas¡
Como vemos, los grandes pro ductores de petróleo y gas llevan la voz cantante, y esto no es nada nuevo. Un artículo publicado en la página web France Info (1) señala que, « desde hace veintiséis años, los países productores de petróleo han conseguido evitar que los combustibles fósiles aparezcan por su nombre en los tex tos adoptados al final de las COP, a pesar de que son la principal causa del calentamiento global ». Año tras año, los representantes del sector del petróleo y del gas son cada vez más numerosos en las COP para influir en los deba tes. Según la ONG Novethic, ¡han pasado de 636 representantes en la COP27 a 2 456 en la COP28! (2) Es mucho lo que está en juego:
dado que en la COP28 no se po drá evitar la cuestión de los com bustibles fósiles, será necesario defender « ecológicamente » la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, o incluso la limitación del uso de combustibles fósiles… preservan do al mismo tiempo el corazón de la máquina de beneficios.
Ese discurso es simplemente el impuesto por la principal potencia capitalista: los Estados Unidos. En 2022, Biden impulsó la Ley de Reducción de la Inflación, un plan de 500 000 millones de dólares de subvenciones, préstamos y recortes fiscales definido para establecer en los Estados Unidos como líder mundial en la descarbonización y la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero… todo ello dentro de un marco controlado, el de la defensa de los intereses generales del capitalismo y los intereses más específicos de los Estados Unidos.
De hecho, la « filosofía » de este plan no es abandonar el gas y el petróleo, sino reducir las emisiones de CO2 sin reducir el uso de hidrocarburos. Se trata incluso de promover el gas como sustituto del carbón. Durante su discurso en la COP28, [el presidente francés] Macron se hizo eco de esta línea de pensamiento, hizo alusión a la cuestión de los hidrocarburos y pidiendo a los países del G7 que eliminen progresivamente el carbón de aquí a 2030 para « dar ejemplo » a los « países emergentes », en particular a China.
Entonces, ¿qué podemos esperar de esta COP? ¿Quién puede creer en la voluntad y la capacidad de los Estados que asisten a esta conferencia – una feliz mezcla de dictaduras y « democracias » comprometidas con la defensa de los intereses capitalistas y los presupuestos de guerra y armamento cada vez mayores – para salvar al planeta de los tras tornos climáticos? ¿Quién podrá creerlo tras esta COP controlada por los intereses evidentes de las multinacionales del petróleo y del gas, en primer lugar, los de Estados Unidos? ■ Pierre Cise
(1) « Cómo los países productores de petróleo trabajan entre bastidores para torpedear las negociaciones sobre el clima » (4 de diciembre de 2023).
(2) Véase también el artículo de Christel Keiser en La Tribune des Travailleurs nº418 del 6 de diciembre.
Léxico
COP (Conference of the Parties o Conferencia de los Estados firmantes en español) sobre el cambio climático: desde 1995, esta conferencia anual reúne a los representantes de los países fir mantes de los acuerdos de Río de 1992. Su objetivo es fijar objetivos climáticos globales, en particular metas de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero.
Acuerdos de Río: acuerdos firmados en 1992 en Río de Janeiro (Brasil) en la « Cumbre de la Tierra » de la ONU sobre desarrollo sostenible, biodiversidad, gestión forestal y calentamiento global. En este último punto, el acuerdo definió el marco de los debates que desembocaron en el Protocolo de Kioto.
Protocolo de Kioto: acuerdo firmado en 1997 en la ciudad japonesa de Kioto en la COP3. En virtud de este acuerdo, los llama dos países desarrollados debían reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero en un 5 % por debajo de los niveles de 1990 durante el periodo 2008-2012. Acuerdo de París: firmado en 2015 en la COP21, el objetivo de este acuerdo es mantener el aumento de la temperatura media del planeta por debajo de 2º C en comparación con los niveles preindustriales y, preferiblemente, limitar el aumento a 1,5ºC. Esta vez, el objetivo se fija para todos los países, ya sean « desarrolla dos » o « en desarrollo ».