URGENT

La urgencia del momento

Editorial de La Tribune des travailleurs (La Tribuna de los Trabalajores, POID, Francia)

n°410 (11 de octubre de 2023)

Hora tras hora, los medios de comunicación revisan al aumento del número de víctimas civiles, sobre todo jóvenes y niños, que han perdido la vida desde el 7 de octubre, tanto del lado israelí como del palestino. Lamentablemente, este número aumentará en los próximos días si, como se anuncia, Gaza es aplastada bajo una alfombra de bombas, enfrenta a una intervención militar terrestre y su población pasa hambre como consecuencia del despiadado bloqueo impuesto por Netanyahu. Y luego están los miles de niños asesinados por el ejército israelí en las últimas décadas.

Ningún demócrata, ningún humanista puede permanecer impasible ante la muerte de un solo niño inocente, ya sea judío o árabe. Pero invocar esta emoción legítima y compartida no basta para abrir el camino a una solución.

Al responder al ataque de Hamás con un diluvio de hierro y fuego contra los dos millones de palestinos atrapados en una prisión al aire libre, Netanyahu no hace otra cosa salvo la de sino continuar lo que lleva años haciendo: negar la existencia de un pueblo palestino que reclama los derechos legítimos a los que aspiran todos los pueblos. Esta negación – y la espiral de represión y colonización que conlleva – contribuyó en gran medida al atentado del 7 de octubre. Decir esto no significa negar la responsabilidad de Hamás por sus acciones, ni aprobar sus políticas. Pero no es a Hamás a quien Israel lleva décadas ignorando, sino al pueblo palestino en su conjunto.

Es cierto que se puede condenar temporalmente a un pueblo al silencio. Pero no se les puede hacer desaparecer, ni siquiera mediante el terror. Las reivindicaciones nacionales legítimas siempre resurgen al final. El periodista israelí Gideon Levy no dice otra cosa en las columnas de Haaretz, que citamos en este periódico.

Los trabajadores recordarán que, en 1954, cuando el pueblo argelino se levantó por su liberación, el gobierno francés proclamó que no se trataba de una guerra de liberación, sino de « actos terroristas », a los que respondería con « medidas policiales ». Más tarde, el ministro Mitterrand declaró: « La única negociación es la guerra ». El resultado es bien conocido: un millón y medio de muertos del lado argelino, pero al final, la causa legítima prevaleció frente a la potencia colonial.

Se puede estar o no de acuerdo con los términos del comunicado de prensa del POID y con la perspectiva que defiende de un único Estado democrático y laico que garantice a todos sus ciudadanos los mismos derechos (véase la página 11). Pero estemos o no de acuerdo, hay un hecho indiscutible: permitir que Netanyahu continúe mañana lo que hizo ayer provocará sin duda miles, quizá decenas de miles de muertos más, en su mayoría civiles y niños, pero no bastará para acabar con el pueblo palestino y sus legítimas aspiraciones.

De un modo u otro, hay que encontrar una solución política. Nada puede justificar la masacre de Gaza. Lo urgente es impedirla e imponer el levantamiento del bloqueo.El 10 de octubre de 2023, 16 horas.

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