RUSIA Andrei Kalinkin, Grupo ruso de partidarios del CORCI
« El mundo está al borde de una nueva guerra imperialista. Uno de los puntos donde chocan estos intereses burgueses rivales es el conflicto entre Ucrania y las repúblicas separatistas de Donetsk y Lugansk.
En este contexto se ha intensificado el enfrentamiento entre Rusia y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). Ambas partes están acumulando grandes fuerzas militares en la zona de conflicto y lanzándose, entre una y otra, ataques económicos, diplomáticos y propagandísticos.
Como comunistas rusos, nuestro primer deber es oponernos a las tendencias imperialistas de nuestro propio gobierno. No apoyamos la dictadura del gran capital en nuestro país. El régimen oligárquico de Vladimir Putin está haciendo lo que todo régimen reaccionario ha hecho siempre: invocar una amenaza externa para atacar sistemáticamente los derechos sociales y políticos de los trabajadores.
Pero esto no significa ningún caso magnanimidad hacia los imperialistas de la OTAN. En primer lugar, porque hace 30 años se restauró el capitalismo en Rusia a costa de la destrucción de sectores enteros de la economía. Hoy, nuestro país es un país semi periférico, una « reserva de materias primas » de Occidente, económica y tecnológicamente más débil que la OTAN. Por lo tanto, los gobiernos de los Estados Unidos y Europa tienen una gran responsabilidad en la escalada.
En segundo lugar, al otro lado de la siempre hipotética « línea del frente », los intereses de los trabajadores son atacados exactamente igual que en nuestro país. En lugar de que estos ataques se lleven a cabo en nombre del « Renacimiento de Rusia » y de la « paz rusa », se realizan en nombre de los « valores democráticos » (democracia para los ricos) y de la « defensa de Ucrania » (es decir, la defensa de los oligarcas ucranianos, de los nacionalistas burgueses ucranianos y de las inversiones occidentales).
La única salida al enfrentamiento entre Donetsk y Kiev, Moscú y Bruselas, Pekín y Washington, etc., en interés de los trabajadores y de las amplias masas populares de Rusia y del mundo, es no ponerse del lado de una de estas banderas imaginarias (enarboladas por bandas igualmente repugnantes), sino estar de nuestro propio lado: ¡contra la guerra por un nuevo Zimmerwald; contra el capital mundial por la Internacional Obrera; contra la « economía de mercado » por la República Universal de Consejos! »