VENEZUELA Una declaración de activistas de USA: Alto a la intervención « humanitaria » de Trump! Manos fuera de Venezuela! Respeto a la soberanía y el derecho a la autodeterminación del pueblo venezolano!

La administración Trump, con la complicidad de gobiernos y líderes políticos de todo matiz, está intensificando su intervención en Venezuela, pisoteando la soberanía y la autodeterminación de esta nación bajo el disfraz de la llamada « ayuda humanitaria ».
¡Quién puede aceptar tal hipocresía!
El gobierno de Estados Unidos —bajo el mando de George W. Bush, Barack Obama y ahora Donald Trump— promovió un fallido intento de golpe de estado contra Hugo Chávez (2002), impuso sanciones que le negaron a Venezuela el acceso a divisas con las que comprar alimentos y medicinas básicas, impidió que los medicamentos llegaran a Venezuela[1], exigió el pago estricto de la deuda externa (bajo la amenaza de sanciones aún más severas) y financió la desestabilización económica y el sabotaje de la economía por parte del sector privado … todo con el objetivo de llevar a la hambruna a una nación orgullosa y someterla para imponer un « cambio de régimen ».
El Relator de la ONU, Alfred de Zayas, en un informe del 3 de marzo de 2018 al Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, expuso esta hipocresía. « Los países que siguen librando una guerra económica contra Venezuela, » dijo, « no tienen derecho a gritar ‘crisis humanitaria’ porque ellos mismos son parte del problema. … Las sanciones de Estados Unidos y la Unión Europea han causado un número incalculable de muertes, principal- mente de niños y ancianos, y deben ser conde- nadas como un crimen contra la humanidad ».
Trump ha endurecido estas sanciones y se ha apoderado de los activos de Citgo y PDVSA[2] en un esfuerzo apenas disfrazado para apoderarse de los masivos recursos petroleros de Venezuela en beneficio de los intereses de las transnacionales petroleras de Estados Unidos.
El convoy de « ayuda humanitaria » en la frontera entre Venezuela y Colombia no es más que el medio a través del cual el gobierno de Estados Unidos, apoyado por gobiernos títeres como Brasil y Colombia, se prepara para derrocar a un presidente democráticamente elegido y revertir un proceso político que ha sido visto por Washington como « un modelo económico alternativo inaceptable para las Américas », para citar lo que el ex-presidente Richard Nixon dijo para justificar el apoyo de Estados Unidos al golpe en Chile que derrocó al presidente Salvador Allende.
Nosotros, los abajo-firmantes sindicalistas y activistas estadounidenses, nos oponemos al intento golpista de derrocar al gobierno de Nicolás Maduro. Denunciamos este engaño de la « ayuda humanitaria », que no es más que un medio para preparar una intervención militar directa en Venezuela. Estados Unidos, la Unión Europea y todos los gobiernos que han cedido a las presiones de Estados Unidos no tienen derecho a hablar de « crisis humanitaria » ni a hacer alarde de ser proveedores de « ayuda humanitaria » cuando son ellos los que han causado la escasez de alimentos y medicinas a través de su guerra económica sostenida contra Venezuela.
Alto a la intervención « humanitaria » de Trump!
Manos fuera de Venezuela!
Respeto a la soberanía y el derecho a la autodeterminación del pueblo venezolano!
[1] En su informe del 3 de marzo de 2018, el Relator de la ONU Alfred de Zayas explica que el gobierno colombiano se había negado en 2017 a entregar medicamentos antipalúdicos que habían sido ordenados por Venezuela para detener un brote de malaria en ese país, una acción por parte del gobierno colombiano, añadió, que no fue condenada por la comunidad internacional. El gobierno venezolano tuvo que ordenar estos medicamentos a la India a precios previsiblemente más altos, lo que agotó aún más sus reservas de divisas.
[2] Citgo y PDVSA : empresa petrolera perteneciendo al Estado venezolano.
Primeros firmantes
Kali Akuno, de Cooperation Jackson (Misisipi); Don Blechler, responsible de Single Payer Now (San Francisco); Alan Benjamin, miembro de la Redacción de The Organizer; Thomas Bias, Secretario Nacional del Labor Fightback Network; Katherine Black, una de las portavoces de la Coalición Sindical US Labor Against the War; Nick Brana, director ejecutivo del Movement for a People ́s Party; Gene Bruskin, sindicalista NWU-UAW; Michael Carano, sindicalista de la Sección 348 de los Teamsters (Sindicato de conductores de camiones pesados); Donna Dewitt, antigua presidenta de AFL-CIO, Carolina del Sur; Berthony Dupont, redactor en Jefe del Semanario Haití Liberté (Nueva York); Michael Eisenscher, Antiguo coordinador de US Labor Against the War; Carol Ehrle, Directora política del Mouvement for a People ́s Party; Chris Kaihatsu, RedMarx (Chicago); Jim Lafferty, antiguo responsable nacional de la Asociación de Abogados; Nnamdi Lumunba, responsable de Ujima People`s Progress Party (Marryland); Saladin Muhammad, co-coordinador de la Southern Workers Assembly; Millie Phillips, miembro del Comité Nacional de Labor Fightback Network; Linda Ray, delegada del sindicato SEIU 1021 y miembro del Labor Council (San Francisco); Al Rojas, vice-presidente del LCLAA (AFL-CIO), Sacramento; Desirée Rojas,Presidenta de la LCLAA (AFL-CIO), Sacramento; Ralph Schoenman, miembro de la Redacción del mensual The Organizer; Mya Shone, miembro de la Redacción de The Organizer; Tom Sodders,Secretario del Labor Education and Arts Projet (LEAP); Haldon C. Sutton, primer vice- presidente de la sección de Jubilados de UAW (industria del automóvil), Suroeste de Florida; David Walters, sindicalista IBEW 1245; Nancy Wohlforth, antigua Secretaria-tesorera nacional del sindicato OPEIU; Carole Seligman, co-directora de Socialist Viewpoint;