A los signataros del llamamiento internacional de apoyo al pueblo de Sri Lanka
Cientos de militantes de todo el mundo (Gran Bretaña, Estados Unidos, India, Bangladesh, Pakistán, Hong Kong, China, Zimbabue, Togo, Italia, Alemania y Francia) han apoyado el llamamiento internacional en apoyo de nuestro pueblo.
En este llamamiento, afirmamos: « Tiene razón esta mujer que, de luto por la muerte de su marido, tuvo que esperar más de 24 horas en una cola frente en una gasolineria: ‘No soy yo ni mi marido quienes hemos contraído esta deuda, sino que es mi marido quien la ha pagado con su vida’. Son todos los sucesivos regímenes los que han contraído estas deudas y son los únicos responsables de la muerte de mi marido. La deuda contraída por los corruptos no es la deuda del pueblo. Hacemos una advertencia solemne: es el pueblo de Sri Lanka el que debe definir libremente su futuro. No corresponde a los dirigentes de los Estados Unidos de América, ni a ninguna otra potencia extranjera, decidir el futuro del pueblo de Sri Lanka. No corresponde a Biden decir al gobierno de Sri Lanka lo que debe hacer para « restaurar la estabilidad económica ». El FMI no tiene por qué dictar el programa económico, incluida la privatización, en Sri Lanka.
Desde entonces, una misión del Fondo Monetario Internacional aterrizó en Colombo.
Con el objetivo de cobrar, el FMI exige medidas de « reestructuración » de la deuda. Estas son aterradoras.
Los sindicatos obreros que habían convocado la huelga general del 28 de abril y del 9 de mayo las expusieron y denunciaron en una conferencia de prensa en Colombo el 15 de agosto.
El FMI – y los que son sus servidores en nuestro país – quieren desmantelar 40 empresas públicas. Los bancos deberían ser privatizados en su totalidad. El Departamento de Trabajo sería cuestionado.
El FMI también exige que sea privatizada la distribución de gasolina, adjudicando las redes a empresas privadas extranjeras. Esto pone en duda la seguridad y la soberanía del país.
El precio de la electricidad va a aumentar un 275 % como resultado de las decisiones del gobierno adoptadas el 8 de agosto para complacer al FMI.
El objetivo del Estado es privatizar la electricidad.
En nombre de la reestructuración de la deuda, les gustaría robar los fondos de ahorro de las jubilaciones privadas, los seguros de vida.
70 fondos de pensiones de varias empresas privadas estarían involucrados.
De ellos, los EPF (fondos de previsión de los empleadores) y los ETF (fondos fiduciarios de los empleados) perderán más de 600 000 millones de rupias. Los gobiernos anteriores habían saqueado e invertido estos fondos en diversas bolsas de valores de todo el mundo.
El régimen actual quiere condonar más del 25 % de estas deudas estatales con los 70 fondos en nombre de la reestructuración.
Y para controlar la aplicación efectiva de este plan asesino, para imponer el pago de la deuda, crearán un comité de seguimiento permanente en el que se estará presente el FMI, junto con los “azuríes” del país. Se trata verdaderamente de poner bajo tutela al país.
Los sindicatos indican que estas reestructuraciones impuestas por el FMI afectan a más de 9 millones de trabajadores del país.
Los sindicatos denuncian que se trata de un robo a mano armada en pleno día.
Los trabajadores no son responsables de las deudas de los sucesivos regímenes.
Los trabajadores, los ciudadanos de a pie, serán las víctimas directas de estos planes sociales impuestos por el FMI.
A pesar de la advertencia de los sindicatos, el presidente Ranil Wicremsinghe declaró públicamente el 21 de agosto que « poco le importan los sindicatos ».
Calificó a los funcionarios del país de « parásitos » y les invitó a abandonar sus puestos.
Además, en nombre de la reestructuración del Departamento del trabajo, propone generalizar el trabajo nocturno de las mujeres y legalizar el trabajo infantil a partir de los 14 años, acabar con las indemnizaciones por despido e imponer más flexibilidad.
Porque teme al pueblo, porque la movilización puede reanudarse en cualquier momento, el gobierno está organizando la represión en este mismo momento en Colombo.
Tras el Estado de emergencia, nos encontramos en un periodo de aumento de las detenciones. El 18 de agosto se detuvo a un gran número de dirigentes sindicales y estudiantiles en las manifestaciones. Los líderes del sindicato de profesores también fueron detenidos.
Es por esto que nos dirigimos a ustedes: ¿podrían ustedes organizar en sus respectivos países delegaciones ante el Fondo Monetario Internacional (y sus representaciones) para exigir la retirada inmediata de este plan, para exigir la anulación de la deuda de Sri Lanka, de modo que ese dinero que se está utilizando para pagar la deuda a las instituciones internacionales se confisque para proporcionar alimentos, electricidad, transporte, atención sanitaria, medicamentos? Para que la gente pueda vivir.
Si están ustedes de acuerdo, nosotros prepararemos un memorándum para estas delegaciones en el que se establezcan los hechos y las pruebas de que el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, tras haber empujado al país a la quiebra, están preparando su colapso total.
Estamos seguros de que podemos contar con su solidaridad.
Saman Mudunkotuwage