PAKISTÀN Federación de Sindicatos de Pakistán (All Pakistan Trade Union Federation)
Aprovechando la oportunidad de que la Conferencia Mundial Abierta contra la guerra y la explotación por la Internacional Obrera está convocada para los días 30 y 31 de octubre de 2022, el día 29 de octubre será organizada una Conferencia Internacional por la defensa de los derechos de las mujeres trabajadoras a la iniciativa de Rubina Jamil, secretaria general de la All Pakistan Trade Union Federation – Federación de Sindicatos de Pakistán – y de Christelle Keiser secretaria nacional del POID – Partido Obrero Independiente Democrático. A continuación, una contribución de Rubina Jamil.

Las mujeres en Pakistan
En Pakistán, las mujeres están en desventaja desde su nacimiento. El nacimiento de una niña suele ser recibido con decepción e incluso con ira, y la culpa suele recaer en la madre. En general, las niñas no son bien alimentadas, tienen menos acceso a la educación y reciben atención médica insuficiente. En consecuencia, las niñas tienen más probabilidades de morir de enfermedades infantiles. En Pakistán sólo hay 91 mujeres por cada 100 hombres. Como lo explica una organización de mujeres:
« Una niña es un lastre. Desde una edad temprana, la niña sabe que sólo forma parte de la familia temporalmente. La destreza que adquiera no beneficiará a su propia familia, sino a su familia política”.
La escolarización de las niñas es escasa: sólo el 32% de las niñas, en edad de asistir, va a la escuela primaria y, según las organizaciones de mujeres, sólo el 27% de jóvenes mayores van a la escuela. La tasa de abandono escolar es alta. Las niñas se quedan en casa para hacer las tareas domésticas o cuidar a los niños más pequeños cuando la familia lo requiere o cuando no hay suficiente dinero. Según las estadísticas del gobierno, solamente el 24% de las mujeres saben leer y escribir, frente al 49 % de los hombres. Las organizaciones de mujeres estiman que solamente entre el 12% y el 15% de las mujeres saben leer y escribir.
Las jóvenes suelen casarse jóvenes, alrededor de los 15 años. La tasa de natalidad es alta. En promedio las mujeres dan a luz 6 hijos, y las tasas de mortalidad infantil y materna también son elevadas.
En Pakistán, en promedio, 12 mujeres son violada cotidianamente. Según las estimaciones de 2019 de la Comisión no gubernamental de Derechos Humanos de Pakistán (HRCP), una pequeña fracción de estas violaciones son cometidas por agentes de policía. Por lo cual, si se tiene en cuenta que los agentes de las fuerzas del orden pueden violar a las mujeres sin temor a ser procesados, esto es una clara señal al conjunto de la sociedad de que las autoridades no toman en serio este delito. Unos 800 casos de violación fueron denunciados en la prensa nacional en 2017. La mitad de ellas fueron violaciones en grupo y la mayoría de las víctimas eran menores.
Los grupos de Derechos Humanos estiman que sólo un tercio de los casos se denuncian o se registran en la policía.
Las mujeres en general son casadas por sus familias en una transacción en la que el « precio de la novia » es negociado por ambas familias. La mujer es entonces considerada y tratada como propiedad de su marido y le debe obediencia. Se da por sentado que las esposas dan su consentimiento permanente a las relaciones sexuales con sus maridos. La violación conyugal sin el consentimiento de la esposa sólo es un delito si se producen lesiones graves. La actividad sexual fuera del matrimonio es un delito penal para el cual la ley prevé penas severas.
La violencia doméstica contra las mujeres es muy frecuente y rara vez se hace pública o se castiga, a no ser que la mujer muera o sufra lesiones atroces. Hay maridos que han matado a su esposa y luego afirman que murieron en una explosión de su estufa de cocina. En 1994 se publicaron en la prensa 240 casos de mujeres que murieron de esta manera.
Estos incidentes casi nunca son investigados a fondo por la policía y rara vez se realizan autopsias. Dos hospitales de Rawalpindi – el Hospital General de Rawalpindi y el Instituto de Ciencias Médicas de Pakistán – admitieron a 35 mujeres con quemaduras graves entre marzo y octubre de 1994. De estas 35 mujeres que parecían ser víctimas de la violencia doméstica, 31 murieron. En 27 de estos casos no se presentó ninguna denuncia ante la policía; en un caso, en el que la víctima sobrevivió, se llegó a un acuerdo entre la víctima y el agresor y en otro, el marido fue condenado a 20 años de prisión. Se abrieron investigaciones policiales en los otros seis casos.
Las organizaciones de Derechos Humanos informan de un número creciente de casos de humillación pública de mujeres. Las mujeres han sido desnudadas en público, paseadas por las calles y arrastradas por el pelo o humilladas sexualmente en público. La Comisión Pakistaní por los Derechos Humanos [HRCP por sus siglas en inglés -ndlt] registró 48 casos de este tipo en 2018 y 92 casos en 2020.
Las mujeres empleadas en trabajo no remunerado (1) están totalmente a la merced de sus amos. Son objeto de violaciones y abusos de todo tipo. Estos abusos han sido ampliamente denunciados por periodistas y organizaciones de Derechos Humanos, pero las autoridades no han tomado ninguna medida sistemática para impedirlos y evitar que se repitan. En las zonas tribales de Pakistán, los hombres o las familias cuyo honor es puesto en entredicho recurren a ataques y asesinatos por venganza, especialmente contra las mujeres. Al parecer, la violación de la mujer de otro hombre es una forma de venganza aceptada en algunas zonas. Una vez más, a pesar de las pruebas bien documentadas, las autoridades permiten que estas prácticas continúen.
Existe un comercio bien estable cido de mujeres, a pesar de que la esclavitud está prohibida por la Constitución. Las víctimas suelen ser mujeres pobres de las aldeas de Bangladesh que son secuestradas o atraídas con promesas de trabajo y una vida mejor. Una vez en Pakistán, son vendidas para la prostitución o la servidumbre doméstica. Según un abogado de Derechos Humanos de Karachi, cada mes se venden entre 120 y 150 mujeres de Bangladesh. Muchas de estas jóvenes, algunas aún adolescentes, son detenidas durante las redadas en los burdeles. La mayoría están acusados de “zina” (relaciones sexuales extraconyugales) o de entrada ilegal en Pakistán. Los que dirigen la trata de esclavos y los proxenetas locales rara vez son detenidos y acusados. El tráfico transfronterizo de mujeres solamente es posible gracias a la connivencia y la colaboración activa de la policía y de las fuerzas policiales fronterizas.
Una organización de Derechos Humanos estimó que en 2018 al menos 2500 niñas y mujeres fueron vendidas para la prostitución en el país. Un periódico publicó los nombres y direcciones de los traficantes en la Provincia de la Frontera del Noroeste, pero aparentemente no ha habido ninguna investigación oficial sobre estos relatos detallados de secuestros.
Hay muchas pruebas de que, al menos a nivel local, las autoridades son conscientes y cómplices de la trata de mujeres. Sin embargo, el gobierno actúa como si no supiera nada al respecto.
La participación de las mujeres en la política
Las mujeres de Pakistán tienen el derecho a votar, pero rara vez lo ejercen y no siempre con libertad.
Aunque la anterior Primera ministra, Benazir Bhutto, era una mujer, las mujeres están muy poco representadas en todos los niveles del gobierno. En la mayoría de los casos, las opiniones y los problemas de las mujeres no se tienen en cuenta en la legislación y la elaboración de políticas.
Una disposición constitucional que garantizaba 43 escaños a las mujeres en las Asamblea Nacional y en las Asambleas provinciales (pero no en el Senado) caducó en 1990 tras 10 años de vigencia. En el gobierno local, la representación de las mujeres es muy baja.
La discriminación en la ley: la ordenanza sobre la zina
La Constitución de Pakistán proclama los derechos de las mujeres. El artículo 25 estipula sin ambigüedad: « Todos los ciudadanos son iguales ante la ley y tienen derecho a igual protección de la ley”. El apartado 2 del artículo 25 continúa: « No habrá discriminación por razón de sexo ».
No obstante, varias leyes paquistaníes discriminan explícitamente a las mujeres. En algunos casos, solamente es válido el testimonio de un hombre, no el de una mujer. En particular, la Ley de Pruebas y la Ordenanza del Zina, una de las cuatro Ordenanzas Hudood promulgadas en 1979, han reducido los derechos de las mujeres y les han negado la igualdad de protección ante la ley.
En general las mujeres también se encuentran en desventaja en el sistema de justicia penal debido a su posición en la sociedad.
Violaciones de los derechos humanos
Las mujeres de Pakistán se enfrentan a violaciones generalizadas de sus Derechos Humanos. Algunas de estas violaciones las padecen, casi exclusivamente, las mujeres como la violación en detención. Las mujeres también se enfrentan a leyes que contribuyen directamente, facilitan o fomentan la violación de sus Derechos Humanos.
[1] Por ejemplo, para pagar una deuda