BRASIL 700 000 manifestantes, el 2 de octubre para echar a Bolsonaro

Las imágenes – difundidas por los medios de comunicación – de personas hambrientas recogiendo restos de carne de una carnicería para poder alimentarse conmocionó al país. Esta creciente miseria es el destino cotidiano de un número cada vez más importante de brasileños.
En las manifestaciones ¡« Fuera Bolsonaro »! que tuvieron lugar en todo Brasil el pasado 2 de octubre, se multiplicaron las pancartas contra el alto coste de la vida y el precio del combustible, contra la reforma administrativa que está destruyendo los servicios públicos y contra la privatización de Correos y de la empresa estatal Eletrobras. En estas manifestaciones, el sindicato de trabajadores del petróleo organizó cortejos y puestos, distribuyendo octavillas en las que se denunciaba el aumento de los precios de los combustibles y del gas como consecuencia de la política del gobierno de favorecer a los beneficios especulativos.
Según los organizadores, 700 000 manifestantes marcharon en 200 ciudades de todo el país. Esta vez, además de las Centrales sindicales, los movimientos populares y los partidos que se reclaman de la clase obrera (Partido de los Trabajadores [PT], Partido Socialismo y Libertad, Partido Comunista de Brasil, Partido de la Causa obrera y el Partido Socialista Unificado de los Trabajadores), los partidos de derecha (DEM, PSDB, PSD, PSL, NOVO) estaban entre las organizaciones que convocan formalmente estas manifestaciones, en nombre de un llamado « Frente Amplio » contra Bolsonaro, defendido por muchos dirigentes de la « izquierda ».
¿Debe haber un « frente amplio » con la derecha contra Bolsonaro?
El hecho que estos partidos de derechas estén convocando no ha fortalecido a las filas de las manifestaciones.
Entonces, ¿por qué este « frente amplio »? En una entrevista, Aloizio Mercadante, ex ministro de Lula y presidente de la Fundación Perseu Abramo del PT, tuvo que admitirlo: « Lo más grave es (que estos partidos) no hayan roto con Paulo Guedes (ministro de Economía de Bolsonaro -ndlr), ex asesor económico de Pinochet y que reivindica este neoliberalismo autoritario (…). El DEM es miembro del gobierno de Bolsonaro, al igual que el PSDB”. Estos partidos de derecha, que representan al gran capital, siguen votando en el parlamento todas las contrarreformas de Bolsonaro en beneficio de los mercados financieros y de la patronal. Esto es lo que acaba de suceder en la Comisión parlamentaria que aprobó el proyecto de ley para destruir los servicios públicos.
« No hay tarea más importante para los trabajadores que la de deshacerse de Bolsonaro”
El presidente de la Central Única de Trabajadores (CUT), Wagner Freitas, dijo en su discurso del 2 de octubre en São Paulo: « Cada día adicional con Bolsonaro significa más miseria, más desempleo y más muertes. No hay tarea más importante para nosotros los trabajadores que la de acabar con este gobierno genocida que está destruyendo el futuro y los sueños de la clase obrera brasileña ».
Fernando Haddad, ex candidato del PT en las elecciones presidenciales de 2018, se hizo eco de las palabras de Wagner Freitas: « todavía falta un año para las elecciones. Pregunten a la gente de los suburbios, a los trabajadores del campo, a los desempleados, a los estudiantes de preparatoria si es posible esperar un año más para acabar con esta pesadilla. ¡No es posible”!
El ministro de Economía implicado en los Papeles de Pandora.
Al día siguiente de las manifestaciones, se reveló que el ministro de Economía, Paulo Guedes, estaba implicado en el escándalo de los Papeles de Pandora. Tiene 11 millones de dólares en una cuenta bancaria en un paraíso fiscal. Una cuenta – cuya posesión está en principio prohibida a los altos funcionarios – que se ha beneficiado en gran medida de la política promovida… por el propio ministro de Economía. La misma política que empobrece a los trabajadores y al pueblo.
Como dijo el presidente de la CUT, « no hay tarea más importante para los trabajadores que deshacerse de este gobierno », y, citando a Haddad, « no podemos esperar otro año para poner fin a esta pesadilla ».
Los trabajadores y el pueblo no ganan nada confiando en estos falsos aliados de los partidos de derecha, que sólo utilizan a los manifestantes como medio de presión para que Bolsonaro acelere sus contrarreformas.
Ya es hora de que la CUT y el PT, y las organizaciones que se dicen obreras y juveniles, llamen a la clase obrera a una huelga general para echar a Bolsonaro y sus políticas que enriquecen a los multimillonarios. Ha llegado el momento de luchar por un gobierno obrero.
De nuestro corresponsal en Brasil, Anísio G. Homem, 4 de octubre