AZANIA / SUDÁFRICA Los electores negros sancionan al Congreso Nacional Africano (ANC)
Uno de los aspectos más destacados de las elecciones generales del 8 de mayo es la pérdida de 1,4 millones de votos (1) por parte del ANC, en el poder desde 1994, con sus aliados del Partido Comunista y de la Central sindical COSATU. Este es el peor resultado electoral del ANC desde 1994, perdiendo votos en todas las provincias. Esta pérdida de votos no beneficia al principal partido que defiende los intereses de la minoría capitalista blanca, la Alianza Democrática, que pierde 470,000 votos.
¿Qué sucedió con el 1,4 millón de votantes negros del ANC?

En un país donde la mayoría negra arrancó el derecho de voto a costa de la sangre hace apenas veinticinco años, muchos no fueron a votar. Cerca de 10 millones de ciudadanos en edad de votar no están inscritos en las listas electorales. El número de abstencionistas también está en aumento. Es entre la juventud de los townships (suburbios reservados a los negros en la era del apartheid-ndr), que encontramos las tasas más altas de no inscritos y abstencionistas.
Con 700,000 votos suplementarios, en comparación con 2014, son los Economic Freedom Fighters (Combatientes por la Libertad Económica) (EFF) los que más se benefician por el retroceso del ANC. Este partido fue fundado, después de la masacre de Marikana (2), por Julius Malema, el ex líder de la Liga Juvenil de la ANC, de la que había sido excluido. La EFF está a favor de la nacionalización de las minas y que la mayoría negra reclame sus tierras. En un país donde el 70% de la tierra todavía pertenece a los grandes terratenientes blancos, este resultado muestra que la aspiración de expropiar la tierra, sin indemnización ni compra, y la nacionalización de las minas está profundamente arraigada entre las masas negras.
A la inversa, la preocupación de los votantes blancos ante la exigencia cada vez más fuerte de una reforma agraria se ha traducido en elecciones por un avance del partido de la derecha blanca, Freedom Front Plus (VF Plus). (3), que pasa de 165,715 votos en 2014 a 414,844 votos en 2019.
Desde 1994, en cada elección, parte del electorado negro se ha apartado del voto ANC. Esta vez fue el gobierno encabezado por Cyril Ramaphosa quien pagó el precio. Un gobierno que introdujo un salario mínimo, calificado de « esclavista » por la central sindical SAFTU, y que ha incrementado la privatización, demostrando así su subordinación al Fondo Monetario Internacional y los capitalistas.
Una política que se deriva de la naturaleza misma de las instituciones, derivada del acuerdo alcanzado en 1994 entre los líderes del ANC y los representantes del antiguo régimen racista de apartheid. Una política que preserva los intereses de la minoría capitalista blanca y el dominio de las empresas mineras multinacionales.
Con una tasa de desempleo del 55% entre los negros, no es sorprendente que 10 millones de ellos, incluida la mayoría de los jóvenes, expresen su desilusión no inscribiéndose en las listas electorales. El desempleo masivo y la pobreza extrema hacen que la necesidad de una ruptura radical sea inevitable. Este es el desafío lanzado al movimiento obrero, que debe enfrentar la política de Cyril Ramaphosa, dónde priman las reformas estructurales para atraerá los inversionistas, que cuestionan los derechos obreros y una “falsa” reforma agraria que no cumple con las exigencias de la mayoría.
Corresponsales
(1) En comparación con los resultados de las elecciones de 2014.
(2) El 16 de agosto de 2012, 34 mineros negros en huelga en Marikana fueron masacrados por la policía enviada por el gobierno de la ANC. Cyril Ramaphosa, actual presidente sudafricano y accionista de la compañía minera Lonmin, insistió por correo electrónico el día antes de la masacre para que la policía se uniera a la huelga.
(3) Partido creado en 1994 para defender los intereses de la minoría blanca afrikáner.