ARGELIA ¡No a las elecciones del 12 de junio!
Entrevista con Adelkader Bentaleb, del comité de Organización de Socialistas Internacionalistas de Argelia (COSI)

¿Cuál es la situación en vísperas de las elecciones legislativas del 12 de junio?
El régimen sabe perfectamente que estas elecciones son y serán rechazadas masivamente. Cuando las convocó, el presidente, Abdelmadjid Tebboune, indicó claramente que no le importaba la tasa de participación. Se trata sobre todo de realizarlas para mantener y garantizar la continuidad del régimen, con un nuevo personal, pero también reciclando a los miembros del equipo de Bouteflika. Pero las elecciones legislativas del 12 de junio se enfrentan a un gran obstáculo: el movimiento popular, que no se reduce, como hemos visto, a las marchas semanales de los martes y viernes. La oleada de huelgas y luchas populares de los trabajadores se ha convertido en su componente esencial. El movimiento de los trabajadores y de las capas populares se empeña en sus reivindicaciones: salvar los puestos de trabajo y los salarios, obtener una vivienda social, rechazar de antemano todos los malos golpes que se avecinan contra las jubilaciones y los subsidios de Estado a los precios de los productos de primera necesidad… Rechazar también el envío de los hijos a morir a otro lugar…
¿Cómo se mantiene el régimen?
El régimen está decidido a llegar hasta el final, asociando a su proyecto a la bancada de la llamada « clase política », desde el movimiento islamista, especial
mente el MSP, hasta los partidos de la antigua alianza presidencial (FLN, RND, Tadj…) y una multitud de micro partidos del FLN. El gobierno también ha promovido a cientos de candidatos llamados « independientes » con los que se asegurará la mayoría parlamentaria. El régimen cuenta con el apoyo de las direcciones sindicales nacionales, en particular la de la Unión General de Trabajadores Argelinos (UGTA), cuyo secretario general acaba de pedir al Ministerio de Trabajo que reprima a los trabajadores en lucha. El régimen también cuenta con el apoyo del imperialismo, especialmente francés y estadounidense. Como esto no es suficiente, se recurre a la represión. En dos semanas, el resultado es importante: 2 000 detenciones, 217 presos de conciencia, varios centenares de trabajadores castigados por la huelga, entre ellos 250 agentes de protección civil « suspendidos ». Por último, los partidos políticos, especialmente el Partido Socialista de los Trabajadores (PST) y la asociación Rassemblement Actions Jeunesse (RAJ) –[Reagrupamiento Acciones Juventud], fueron amenazados con la disolución.
¿La Asamblea Constituyente Soberana sigue siendo la solución?
La actual represión es sintomática del carácter antidemocrático del régimen y de sus instituciones, y por tanto de su futura Asamblea Nacional. Desde el verano de 1962, este régimen ha expropiado el derecho democrático del pueblo a decidir su futuro. La primera Constitución se aprobó bajo el sistema de partido único aprovechando la euforia de la independencia y el prestigio del FLN. Y desde entonces, el pueblo argelino nunca ha podido expresarse de forma soberana sobre su futuro. Fue necesaria la muerte de más de 500 jóvenes en octubre de 1988 para que el régimen concediera un « multipartidismo controlado ». Con su irrupción en las calles desde el 22 de febrero de 2019, millones de argelinos han vuelto a poner sobre la mesa su derecho democrático a ejercer la soberanía sobre su futuro. Dos años después del inicio de la crisis revolucionaria, esta lucha por la doble soberanía, popular y nacional, sigue siendo actual. Opone la voluntad de la mayoría a la voluntad minoritaria del régimen y sus instituciones. Hoy significa actuar diciendo No a las elecciones del 12 de junio, y formar un frente único de militantes, organizaciones obreras y organizaciones apegadas a las libertades democráticas; actuar para que las organizaciones obreras, sindicatos y partidos, rompan con la burguesía, con el imperialismo y sus defensores. Esta lucha abre el camino a la emancipación del pueblo trabajador, el único capaz de aplicar el programa democrático y social para una sociedad liberada de la opresión y la explotación del hombre por el hombre.
Entrevista realizada el 6 de junio de 2021