BANGLADESH Resistir a las guerras y a las agresiones imperialistas. Reforzar la unidad mundial y el combate de la clase obrera
El gobierno francés se negó a acordar el visado a Mushrefa Mishu, secretaria general del Democratic Revolutionary Party y presidente del Garments Workers Unity Forum (GWUF) de Bangladesh, lo que le impidió participar en el “Encuentro internacional de urgencia contra la guerra imperialista global” que tuvo lugar los días 21 y 22 de marzo de 2025. Ella había redactado una contribución que fue comunicada a todos los participantes.
Mi respetuoso saludo a la persona que preside esta asamblea.
Amigos y camaradas que representan a los movimientos de izquierda, comunistas, socialistas, sindicalistas y a los oprimidos de todos los países. En nombre de la clase obrera de Bangladesh, les hago llegar mi saludo revolucionario.
Hoy, el mundo está sometido a un sistema global unipolar que de hecho se transformó en una mundialización imperialista. La realidad brutal de las guerras, de la explotación y de la agresión imperialistas, lleva al mundo hacia una crisis. Las guerras orquestadas por las fuerzas imperialistas traen consigo el desplazamiento masivo de poblaciones enteras, lo que impone a los refugiados condiciones de vida inhumanas.
Es el imperialismo US el que dirige al imperialismo mundial y tiene como subordinados obedientes a los Estados de la Unión Europea. Ningún Estado europeo ha osado levantarse contra esas guerras y esos ataques injustos en nombre de la humanidad. Desde hace más de 70 años los Estados Unidos, gracias a su respaldo directo imperialista, hacen posible la guerra de ocupación y el genocidio perpetrado por Israel contra Palestina.
A partir del 7 de octubre del 2023, Israel lanzó una vez más un nuevo ataque contra Gaza. A pesar de las negociaciones de cese al fuego, el mundo contempla pasmado al Estado sionista de Israel continuar con la masacre. Lo que es todavía más inquietante es el hecho que desde el 25 de enero, la presidencia de Donald Trump abrió la puerta a una nueva ola de agresiones imperialistas. Desde Palestina hasta Siria, pasando por Rusia y Ucrania y más allá, asistimos a una escalada de la guerra imperialista que lleva a la desestabilización mundial. El mundo sabe que desde hace más de 60 años el imperialismo americano pone ante la humanidad un ejemplo indigno por su embargo comercial impuesto a Cuba.
Por lo pronto, Trump anunció sus planes de ocupación de Gaza y el desplazamiento de su población, un acto de barbarie que deja a la humanidad estupefacta.
Como respuesta a esta situación desastrosa, es necesario que todas las fuerzas revolucionarias y democráticas realicen la unidad en un movimiento resuelto contra Trump y los Estado imperialistas. La hipocresía de los fantoches imperialistas se revela a cielo abierto: En Ucrania, Zelensky revela a quien se somete de hecho, buscando la entrada de Ucrania a la OTAN, mientras que la guerra neo-imperialista impulsada por Putin pone al descubierto las ambiciones imperialistas de Rusia. Años de guerras imperialistas han obligado a Bashar El Assad a exiliarse mientras que los Estados Unidos continúan profiriendo amenazas contra Irán y China, lo que lleva a la desestabilización de toda la región asiática y mucho más allá.
Desde su entrada en funciones, Trump ha implantado un reino mundial de opresión yendo hasta sugerir que Canadá se vuelva el Estado número 51 de los USA. Esas maniobras imperialistas son fuente de inquietud profunda para todas las naciones soberanas. Mientras que el mundo es consciente de las guerras continuas del imperialismo de los USA y de la UE, no queda lugar a discusión alguna: actúan sistemáticamente en violación a la soberanía y a la autodeterminación de las naciones. Pueden existir divergencias entre las fuerzas revolucionarias en el mundo, pero sobre esta cuestión fundamental, es imperativo levantar la unidad.
El imperialismo en Bangladesh: historia de una resistencia
La agresión imperialista sobre Bangladesh, dirigida en primer lugar por el imperialismo USA, es anterior al nacimiento de la nación. Durante la Guerra de Liberación de 1971, los USA tomaron partido por las fuerzas armadas genocidas de Pakistán, proporcionándoles como apoyo dinero y armamento contra el pueblo de Bangladesh. La tristemente célebre séptima flota fue enviada al golfo de Bengala en un acto de intimidación flagrante, aunque fue disuadida por la declaración de la Unión Soviética de contraatacar con la octava flota. La séptima flota de los Estados Unidos fue entonces renviada a su lugar de origen.
Incluso después de la independencia, el imperialismo americano continuó su injerencia, en particular participando en el asesinato de Sheikh Mujibur Rahman y de su familia el 15 de agosto de 1975. Desde los años 1990, las fuerzas imperialistas americanas y europeas buscan apropiarse agresivamente de los recursos naturales de Bangladesh -gas, carbón y minerales- por el intermediario de sociedades multinacionales como Chevron, Unocal, Occidental y Conoco Philips. La estrategia de los Contratos para Compartir la Producción (CPP) fue utilizada para saquear sistemáticamente los recursos de Bangladesh.
Sin embargo, el pueblo de Bangladesh ha resistido. Los partidos revolucionarios, los grupos políticos progresistas, las organizaciones de estudiantes y los sindicatos de izquierda, así como las fuerzas democráticas y culturales, se comprometieron a continuar el combate. En 1998, se creó el “Comité Nacional para la Protección del Petróleo, del Gas, de los Recursos Minerales, de la Energía y de los Puertos” con el fin de proteger nuestros recursos petroleros, gaseros y minerales.
Es necesario subrayar que ningún gobierno Bangladés posterior a 1971 ha sido antiimperialista o patriótico. Al contrario, durante 54 años los regímenes sucesivos han facilitado la explotación del país por medio de instituciones tales como el FMI, el Banco Mundial y el BAD (Banco Asiático de Desarrollo).
El levantamiento popular de julio-agosto del 2024
El levantamiento de masas de julio y agosto del 2024 representó una respuesta directa a 16 años de régimen autocrático de Sheikh Hasina. Bajo su régimen fascista, el pueblo de Bangladesh se vio privado de su derecho al voto y a las libertades democráticas. La prensa fue amordazada, los dirigentes de oposición fueron encarcelados y los disidentes políticos fueron objeto de una represión brutal.
El 1° de julio del 2024 los estudiantes comenzaron a manifestarse para reclamar reformas al sistema de cuotas de empleo del gobierno. El 15 de julio, la sección estudiante del partido en el poder, en coordinación con las fuerzas del Estado, lanzó violentos ataques contra los manifestantes. Entre el 15 de julio y el 5 de agosto, esas masacres apoyadas por el Estado dieron como resultado la muerte de alrededor de 2 000 estudiantes y trabajadores, y más de 500 personas están desde entonces completamente ciegas como consecuencia de tiros dirigidos a la cabeza. Más de 30 000 personas resultaron heridas.
El 2 de agosto, organizaciones de izquierda, de estudiantes, de trabajadores y profesionales declararon la “Marcha de la rebelión”, exigiendo la dimisión inmediata de Sheiikh Hasina. El 5 de agosto, el régimen fascista de Hasina se derrumbó y ella huyó a India. Los estudiantes pusieron entonces al Dr. Muhammad Yunus, galardonado con el premio Nobel, a la cabeza de un gobierno interino, que entró en funciones el 8 de agosto.
La crisis después del levantamiento
Más de siete meses después de haberse iniciado la administración de M. Yunus, Bangladesh sigue siendo presa del caos. La ley y el orden no son respetados, la gente tiende a hacerse justicia por sí mismos, la policía de la moralidad ha ganado terreno. Es alarmante constatar que las fuerzas religiosas fundamentalistas reaccionarias se multiplican y atacan particularmente a las mujeres. Durante este período de crisis, al gobierno Yunus le cuesta hacer respetar el orden público.
El 28 de febrero, los estudiantes formaron un nuevo partido político, el “Partido Nacional de los Ciudadanos (PNC)”, que pretende ser un movimiento inclusivo. Sin embargo, la ausencia de representación de los trabajadores y de los campesinos, así como su alineamiento a los intereses de los fundamentalistas religiosos y de las empresas, ha revelado que se trataba de un partido burgués. El PNC colabora abiertamente con las fuerzas reaccionarias, incluidas las que están ligadas a los crímenes de guerra de 1971.
La represión contra los trabajadores continúa
Bajo el gobierno de Yunus, la explotación de los trabajadores se ha intensificado. El 30 de septiembre del 2024, en una manifestación para reclamar salarios no pagados, la policía abrió el fuego en la fábrica Mango Tex Limited en Ashulia, matando a Kawsar, un obrero. El 26 de octubre, en la fábrica Generation Next Fashion Limited, ocho trabajadores fueron abatidos porque reclamaban salarios legítimos – Champha Khatun fue asesinado. Y, hecho deplorable, el mismo día, el propietario de la fábrica organizaba una boda suntuosa con una modelo en Paris. Que le costó más de un millón de dólares. Por el otro lado, en Bangladesh, los trabajadores de su propia fábrica perdían la vida bajo las balas mientras morían de hambre porque sus salarios no les habían sido pagados.
Si yo hubiera estado ahí, hubiera expuesto el contraste entre el baño de sangre, la realidad sufrida por los obreros bangladesís masacrados y las celebraciones extravagantes de sus explotadores en Paris. ¡Yo les hubiera preguntado a los consumidores franceses lo que sentían al ver la riqueza de esos propietarios de fábricas levantadas a costa de la sangre de obreras como Champha Khatun!
Después, el 31 de octubre, las fuerzas conjuntas del gobierno actual dispararon de nuevo sobre los trabajadores que reclamaban sus salarios en Mirpur, Dhaka, hiriendo a dos de ellos. En estos momentos, más de 100 000 trabajadores en Bangladesh no han recibido su salario, miles fueron despedidos y miles son objeto de falsas acusaciones. Cientos de trabajadores corren el riesgo de ir a prisión.
Llamamiento a la acción
Mis amigos, mis camaradas,
Reflexionen ahora: ¿cómo sobrevive la clase obrera de Bangladesh después de siete meses bajo el reino de M. Yunus, precioso aliado del imperialismo?
Debo decir claramente que el neo-fascismo está ganando visibilidad en Bangladesh. En esta situación, otro levantamiento de masas debe surgir bajo la dirección de la clase obrera para su liberación total, contra el capitalismo interior y sus colaboradores imperialistas, los cuales alimentan a los fascistas religiosos y las fuerzas antinacionales y antipopulares.
Para concluir, yo diría que no se trata solamente de Bangladesh, sino que esta posición política se aplica en adelante a escala mundial. Hoy, la mundialización imperialista está en marcha en todo el mundo.
Como Marx y Engels lo proclamaban en 1848, “¡Trabajadores de todo el mundo, únanse!”
Esta proclama nos invita al combate internacional de la clase obrera. A pesar de sus diferencias internas, las potencias imperialistas están unidas en sus intereses de clase. Igualmente, nosotros debemos dar prioridad a la unidad de la clase obrera.
En la actualidad, es necesario que la clase obrera del mundo entero se una contra el imperialismo mundial. En algunos casos, tenemos igualmente diferentes puntos de vista. Sin embargo, insisto en señalar que, a pesar de los numerosos desacuerdos entre los Estados Unidos, la UE y el Reino Unido, ellos permanecen unidos cuando se trata de sus intereses de clase. Igualmente, a pesar de las diferencias ideológicas y políticas entre los partidos comunistas, socialistas, de izquierda u otras, debemos unirnos dando prioridad a los intereses de la clase obrera.
Debemos construir una plataforma política unificada para nuestro combate, y el combate de la clase obrera contra la guerra, la explotación y la agresión imperialistas debe intensificarse en el mundo entero.
Espero que los amigos y camaradas que participan en esta conferencia internacional en Paris tomarán este tipo de decisiones.
Me hubiera gustado participar personalmente en esta conferencia. Pero mi visa fue rechazada debido a la política imperialista francesa, por ello no he podido estar físicamente presente.
Pero, aunque no haya podido estar presente, nuestra lucha no conoce fronteras. Continuemos nuestro combate ahí donde estemos.
Para todos, saludos revolucionarios y solidaridad. Saludo rojo.
Mushrefa Mishu, secretaria general del Democratic Revolutionary Party
y Presidenta del Garments Workers Unity Forum (GWUF) de Bangladesh
