Treinta años de “democracia” … sin embargo no hay electricidad para los habitantes de Thembelihle
A finales de mayo tendrán lugar las elecciones, treinta años después de los Acuerdos de 1994 entre los dirigentes del Congreso Nacional Africano (CNA) y los del régimen racista del apartheid. Durante treinta años, la minoría blanca capitalista ha conservado todos sus privilegios, mientras que los gobiernos del CNA han negado a la mayoría negra el acceso a los servicios más elementales. Informamos desde Thembelihle, un barrio marginal del Sur de Johannesburgo.
«El 24 de abril, la policía disparó con munición real contra los habitantes del barrio de Thembelihle, que habían salido a manifestarse para exigir el acceso a la electricidad.
El gobierno del CNA acababa de declarar que África del Sur celebraba “treinta años de democracia”. Pero los habitantes del barrio marginal son reprimidos porque se atrevieron a exigir el derecho de acceso a los servicios más básicos. Es una prueba más del fracaso del sistema político instaurado en 1994.
La extrema pobreza a la que está sometida la población negra del barrio marginal de Thembelihle – como en cientos de otros de Azania – es el legado de treinta años de gobiernos del CNA. El poblado marginal (cuyo nombre significa «Buena Esperanza») fue creado a mediados de la década de 1980 por trabajadores sin tierra procedentes del campo. Tras las elecciones de 1994 (las primeras después de la caída del apartheid), el gobierno del CNA declaró Thembelihle como “asentamiento informal ilegal” y ordenó el desalojo de sus habitantes, esgrimiendo todo tipo de pretextos. Pero como no tenían otro lugar a donde ir, los residentes se resistieron al desalojo y han permanecido allí hasta el día de hoy.
A medida que se acerca el invierno (en el hemisferio Sur), los habitantes de Thembelihle han expresado en los últimos días su exasperación por la humillación que se les ha infligido: sin electricidad, lo cual significa sin calefacción, y sin condiciones de vida básicas, especialmente para los niños que van a la escuela y los trabajadores que tienen que ganar lo suficiente para sobrevivir.
Así que salieron a la calle una vez más para protestar y exigir que el Estado les proporcionara acceso a la electricidad y a todos los servicios básicos. La única respuesta del gobierno fue enviar a la policía fuertemente armada, que no dudó en disparar munición real contra ciudadanos inocentes y desarmados. Exactamente lo mismo que el gobierno ha hecho en numerosas ocasiones durante las recientes protestas, en particular bajo el mandato de Cyril Ramaphosa (el presidente sudafricano), tristemente célebre por haber dado la orden de asesinar a los mineros en huelga de Marikana (en agosto de 2012).
En Thembelihle, una veintena de manifestantes resultaron heridos, mientras que veinticinco fueron detenidos y llevados ante los tribunales por “violencia pública”, “daños a la propiedad” y otros cargos sin sentido.
¿En qué distingue este comportamiento brutal contra la mayoría negra al actual gobierno del CNA del del régimen del apartheid?
De nuestro corresponsal,
Mandlenkosi ka Phangwa
