El Primero de Mayo en el mundo
A pesar de las temperaturas abrasadoras – 42°C, los trabajadores de Bangladesh se reunieron el Primero de Mayo bajo las banderas rojas de la clase obrera. En Dhaka y Chittagong, nuestros corresponsales del Partido Democrático de los Trabajadores y de la Federación Sindical de Trabajadores del Textil reivindicaron seguridad en los centros de trabajo y medidas contra la carestía de la vida, también dijeron: “¡Los pueblos del mundo no quieren la guerra, quieren la paz!”.
La ola de calor en Filipinas es producto del cambio climático, indican nuestros corresponsales del Partido de los Trabajadores (Partido Manggagawa). Pero “en estas condiciones de calor abrasador, los trabajadores no tienen otra opción: en la construcción, en los transportes, en las fábricas sin aire acondicionado, entre los repartidores, los agricultores y los empleados de comercios, hombres y mujeres se ven obligados a trabajar, pues de lo contrario sus familias pasarán hambre. Estos sacrificios no son recompensados por el sistema capitalista”. Las organizaciones de trabajadores también se movilizan contra la represión antisindical.
En Rumanía, país vecino de Ucrania, nuestros corresponsales de la Federación Nacional del Trabajo participaron en mítines en las regiones mineras del valle del Jiu. En nombre de la Federación Sindical, condenaron “la guerra imperialista en Ucrania, producto de la competencia entre la OTAN, encabezada por los Estados Unidos, y Rusia por el control de los mercados”, cuyas consecuencias “se están pagando con el deterioro del nivel de vida de la clase obrera”. También fue una oportunidad para condenar “el genocidio del pueblo palestino” y “la barbarie capitalista”.
En todo el Estado español, los trabajadores se manifestaron y reivindicaron sus derechos frente a un gobierno “de izquierdas” que apoya las políticas de la Unión Europea y de la OTAN. En Bilbao, en el País Vasco, cientos de jóvenes se reunieron bajo un bosque de banderas rojas – y algunas palestinas – a la convocatoria de Konseilu Sozialista. Hubo muchos debates entre los trabajadores y los jóvenes “sobre Palestina, los presupuestos de guerra, el dinero para la sanidad y las escuelas, la necesidad de acabar con la monarquía y el capitalismo…”. Se vendieron 47 ejemplares del primer número de La Internacional-Hoja de información.
