ARGENTINA: La clase obrera en estado de legítima defensa
La CGT de Argentina convoca a una huelga para el 24 de enero contra las medidas antiobreras de Javier Milei, el presidente de extrema derecha.
Pocos días después de asumir como presidente de Argentina, Javier Milei promulgó un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que modifica más de 300 leyes vigentes, que abarcan diversos aspectos de la economía, las finanzas, el derecho laboral, etc.
Entre las medidas que tuvieron un impacto brutal en la clase obrera se encuentran: la liberación de los precios de los productos alimenticios y de primera necesidad que se encontraban regulados en ese momento (carne, derivados de harina, productos lácteos, etc.); la abolición de “la escala móvil de pensiones de jubilación que preveía tres aumentos anuales del monto para pensionados y jubilados; la liberalización de los precios de los combustibles; la supresión de las subvenciones a las tarifas de la electricidad, del gas y del agua de uso doméstico; el aumento de las tarifas de transporte; la privatización de las empresas públicas; la derogación de la ley que regulaba los alquileres; la liberalización de los precios de los medicamentos; y la liberalización de las importaciones. En el ámbito laboral se produce una serie de en las condiciones de contratación de los trabajadores deroga y en los derechos adquiridos que reflejan luchas históricas de la clase obrera argentina están siendo gravemente socavadas. Por ejemplo, deroga las penalidades para la patronal en las contrataciones no registradas de trabajadores se ha derogado la ley de indemnización de los trabajadores. Desde ahora será posible despedir sin causa, y por tanto sin indemnización por despido, a cualquier empleado que haya participado en un piquete de huelga o en una ocupación de la empresa que cercena el derecho a la protesta. Además, se restringe la acción de los representantes sindicales en las fábricas o en los lugares de trabajo, modifica el sistema de indemnización por despido, así como el derecho de huelga en determinados sectores denominados esenciales. Estas medidas se suman a otras, como la fuerte devaluación del peso argentino, que ha provocado incrementos de precios de hasta el 100 % en algunos productos, llevando la tasa de inflación a un récord del 40 % en el mes de enero.
La clase obrera argentina resiste a estas medidas en algunos casos con mediante acciones espontáneas como los « cacerolazos » en las calles o asambleas generales en los lugares de trabajo. La CGT convoca una huelga general el 24 de enero, y los partidos de izquierda reclaman que esta medida revista el carácter una huelga activa, con una convocatoria de manifestación masiva en la Plaza de Mayo, lugar histórico del centro de la capital*.
En algunas regiones del interior del país, las manifestaciones, en particular las de los trabajadores del sector público, fueron reprimidas por las fuerzas de seguridad bajo la dirección de la nueva ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, conocida defensora del método de la « mano dura », como lo demuestra su participación en los sucesos que terminaron con la represión de las manifestaciones de 2001.
De nuestro corresponsal en Buenos Aires, Ricardo Sonny Martinez
* Donde tuvieron lugar las manifestaciones de las madres y esposas de los 30 000 militantes « desaparecidos » y asesinados durante la dictadura militar (1976-1983).
