PALESTINA : Sobre la autodeterminación real del pueblo palestino

Extractos de un discurso de Naji El Khatib, coordinador de la Iniciativa « Un Estado Democrático » (ODSI), en una reunión, en los Estados Unidos, de firmantes de la « Carta a nuestros aliados judíos » de la ODSI.

Nací en el seno de una familia de refugiados palestinos en Líbano. Cuando era adolescente formé parte del movimiento nacional palestino, como muchos jóvenes de mi generación. Cuando tenía veinte años, adopté realmente una orientación de izquierda y me uní a una organización de izquierda dentro del movimiento palestino. 

Me quedó claro que la cuestión de Palestina, es decir, la autodeterminación real del pueblo palestino, sólo podía resolverse mediante la liberación de Palestina. 

Al principio, pensaba que los derechos de los palestinos debían realizarse sin tener en cuenta al otro, es decir, la idea de que también existe otro, lo que llamamos el enemigo. 

El otro, el enemigo, era alguien contra quien había que combatir, no se trataba ni de comprenderlo ni de relacionarse con él. La primera vez que conocí a un israelí – un militante israelí – fue para mí un verdadero choque, porque ese encuentro tuvo lugar justo dos años después de la muerte de mi mejor amigo, asesinado por un ataque aéreo israelí en Beirut (la invasión israelí de Líbano en 1982 -ndlr). 

Fue complicado para mí pensar en cómo hablar, cómo compartir y hablar de cosas de las que era difícil hablar. De todos modos, después de esto, y después de todos los acontecimientos del movimiento nacional palestino, me consideré marxista y comprendí que la única solución, la única manera de resolver el conflicto sobre Palestina, es crear un Estado democrático para todos los habitantes de la región. 

Estaba yo trabajando en mi doctorado sobre la historia de Palestina y encontré muchos documentos que demostraban que los palestinos, en particular una sección del Partido Comunista Palestino que creó la Liga de Liberación Nacional, había formulado la propuesta de un Estado democrático y laico para todos los habitantes de Palestina ya en 1942. 

Esta consigna fue retomada por el Consejo Nacional Palestino en 1968, declarando la OLP que el objetivo último de la lucha palestina por la liberación de toda Palestina debía ser un Estado para todos sus habitantes, sin distinción alguna entre comunidades religiosas o étnicas. 

El problema hoy es que esta perspectiva se ha abandonado. En 1974, la Organización por la Liberación de Palestina (OLP) publicó lo que se conoció como el Programa de diez puntos, que marcó el inicio del abandono de la aspiración a una nación pales tina. La OLP describió este abandono como una lucha paso a paso. El programa incluía el reconocimiento de la existencia del Estado de Israel y la posibilidad de crear un Estado palestino junto al Estado de Israel. 

Ese fue el principio de la idea que se materializó plenamente en los Acuerdos de Oslo. Prever la creación de dos Estados – la solución de los dos Estados – era una verdadera catástrofe para la lucha por Palestina. 

El Estado democrático y laico propuesto desde el principio es realmente la única salida para la lucha palestina por la autodeterminación. 

Es la única resolución que  puede satisfacer las aspiraciones reales de todas las comunidades palestinas: las comunidades de Cisjordania y Gaza, los palestinos que se han convertido en ciudadanos israelíes, los que llamamos los palestinos de 1948 y los palestinos de la diáspora. El plan de partición de Palestina, votado y aprobado por las Naciones Unidas en noviembre de 1947, fue el primer acto que obstaculizó el derecho de los palestinos a la autodeterminación (…), fue el primer acto de agresión contra los palestinos porque perdieron la oportunidad de crear su propio sistema político de acuerdo con sus propias aspiraciones. 

La Resolución 181 asignó alrededor del 56 % del territorio palestino al Estado judío y sólo el 44 % restante al Estado palestino o, como se denominaba, al Estado árabe (que rápidamente se convirtió en el 78 % para el Esta do judío y el 22 % para el Estado palestino – ndlr). 

El proyecto sionista consistía en crear un Estado judío en Palestina en la mayor parte de Palestina y, al mismo tiempo, fortalecer el Reino Hachemita en Transjordania. La partición dividió a Palestina entre el Reino Hachemita y el Estado sionista, que se creó en esa época. La propia Palestina desaparecía por completo. Palestina ya no existía porque Palestina, el pueblo de Palestina y la tierra de Palestina habían sido divididos entre Israel y el Reino Hachemita. Luego, tras la guerra de junio de 1967, Palestina en su conjunto fue dominada por un único Estado, el Estado de Israel. Así se eliminó toda posibilidad de autodeterminación para los palestinos. ■