FRANCIA Macron declara la guerra a los trabajadores y a los jóvenes ¡Que se vaya y con él su plan del 12 de julio y su gobierno! — Declaraciòn del Buró Nacional del POID
Las medidas anunciadas por Macron el 12 de julio constituyen una verdadera declaración de guerra de clase.
Relanzamiento de la contrarreforma de las pensiones, que tiene como objetivo la desaparición de los regímenes especiales y el retraso de la edad media de jubilación en dos años;
Aplicación el 1 de octubre de la contrarreforma del seguro de desempleo privando a cientos de miles de parados de gran parte de su indemnización;
Prohibición del ejercicio de su profesión y pérdida de salario para todo el personal sanitario, se haya vacunado o no antes del 15 de septiembre, independientemente de su establecimiento;
Prohibición de acceso a la mayoría de los espacios públicos y de los viajes de larga distancia en avión y tren para quien no tenga un « pase » válido…
Estos anuncios provocan ira e indignación entre los trabajadores y los jóvenes. Especialmente repugnante es el ataque contra el personal de sanidad: ¡ayer aclamados como héroes, ahora se les señala como responsables de la situación sanitaria y se les amenaza con echarlos como a perros!
¿Hay algo de qué sorprenderse?
Un gobierno que miente sobre las mascarillas, las pruebas de detección y la vacunación; un gobierno que ha seguido, desde el comienzo de la pandemia, suprimiendo camas, servicios e integralmente hospitales enteros y reduciendo puestos de trabajo por miles en lugar reclutar el personal necesario; tal gobierno es el único responsable de la situación sanitaria y no puede inspirar la más mínima confianza en las medidas que él anuncia.
Un gobierno que, en plena pandemia, fomenta los despidos por centenares de miles en el sector privado y reduce masivamente los puestos de trabajo en el sector público; un gobierno que reprime a los huelguistas de Aéroports de París quienes se niegan a aceptar reducciones salariales, un gobierno que exige a los sindicatos que renuncien a toda huelga durante tres años; un gobierno que quiere obligar a cientos de miles de empleados de la administración local a trabajar gratis durante varios días al año; un gobierno así no puede hacer creer a nadie que se preocupa por el bienestar de la población trabajadora.
Un gobierno que priva a millones de estudiantes y bachilleres en su totalidad o a la gran mayoría de sus participación en clases presenciales; un gobierno que se niega a contratar a los profesores necesarios para duplicar el número de aulas las clases, de auditorios y que, en pleno mes de julio, despide a miles de profesores bajo contratados a duración determinada; un gobierno que empuja así a cientos de miles de jóvenes a abandonar sus estudios, principalmente en los barrios populares; un tal gobierno no puede pretender preocuparse por la suerte de la juventud.
Tanto más que este gobierno, durante el mismo período, ofreció 560 000 millones de euros a los capitalistas que especulan en exceso y aumentan sus beneficios mientras despiden en masa. Un tal gobierno no puede pretender defender otros intereses que los de los capitalistas.
Rechazado masivamente – el 20 de junio, su partido obtuvo el 3% el sufragio de los electores inscritos – , Macron recurre cada vez más a las armas de la coacción, la prohibición, la violencia y la represión (¡recordemos la prohibición, el 5 de junio, de la manifestación del Partido Obrero Democrático Independiente con el argumento de que estaba convocada para acabar con Macron y sus políticas!).
Macron pretende que su objetivo es la vacunación masiva del personal de sanidad y de la población: es mentira. ¿El personal de sanidad? Su propia administración estima que el 91,7 % de los profesionales de sanidad ha recibido al menos una dosis y el 63,4 % ha recibido dos. Estas cifras fueron publicadas por la Santé publique France (comunicado de prensa n°64) en el mes de mayo, precisando que están « subestimadas« .
En cuanto a la población en general… los datos oficiales de la Seguridad Social muestran que el mapa de la no vacunación se equipara con el de los ingresos más pobres: el doble de personas vacunadas se encuentra en los barrios ricos del oeste de París y en las ciudades ricas del departamento de Hauts-de-Seine y no en el de Seine-Saint-Denis, [al norte de París -ndlt].
En estas condiciones, ¿qué efecto pueden tener las medidas anunciadas sobre los millones de trabajadores y jóvenes que de cualquiera manera ni viajan, ni parten en vacaciones, ni van a restaurantes, teatros y cines? En realidad, sólo empujará a los habitantes de los barrios populares a la precariedad de los guetos abandonados.
Nosotros, los miembros del Buró Nacional del Partido Obrero Independiente Democrático, constatamos que el 93 % de entre nosotros tomó libremente, sin coacción, amenaza u órdenes del partido, la decisión libre e individual de vacunarse. Exigimos que se dé la misma libertad a todos.
Por eso pedimos la retirada del plan Macron del 12 de julio y todas sus medidas antiobreras, anti jubilaciones, anti desempleo, contra la juventud y antidemocráticas.
Para el POID, esta lucha está ligada a la búsqueda de una salida política en consonancia con las necesidades y aspiraciones de la mayoría, a saber: « Fuera Macron y sus políticas », satisfacción de las reivindicaciones obreras y populares, confiscación de los 560 000 millones para la sanidad, la escuela y el empleo, prohibición de los despidos, por una Asamblea Constituyente Soberana que suprima esta V República capitalista y allane el camino a un gobierno de la mayoría, una República de los trabajadores y la juventud.
Tras los anuncios de Macron, vimos a electos y dirigentes de partidos de « izquierda » aportar su apoyo al plan de Macron, codo con codo con electos y dirigentes de la derecha los del partido macronista. Y vimos a otros dirigentes de la « izquierda » responder al llamamiento a manifestarse « por la libertad », lanzado por los políticos de la derecha y de la extrema derecha, que no ocultan su nostalgia por los regímenes enemigos de la libertad, empezando por el de Vichy [1940 a 1944 -ndlt].
Pero también hemos visto que, en algunas localidades y departamentos, a algunas organizaciones sindicales (sobre todo el personal de los hospitales) que convocan concentraciones de trabajadores, en un terreno de clase, contra las medidas anunciadas.
La situación subraya con fuerza la responsabilidad de las organizaciones que dicen representar los intereses de los trabajadores y la democracia.
El POID afirma que: es la clase trabajadora la que está siendo atacada. De ella depende lograr su unidad para defenderse como clase y repeler el intento de Macron de dividirlos, entre los vacunados y los no vacunados, entre los jubilados « privilegiados » y los otros, entre los desempleados « escandalosamente indemnizados » y los demás trabajadores.
En este camino, la responsabilidad de las organizaciones que se reclaman de la clase obrera y de la democracia es rechazar cualquier unión sagrada con Macron y rechazar cualquier promiscuidad con los enemigos de la democracia. Las Confederaciones Sindicales, en particular, estarían en su papel de llamar a la organización de una respuesta unitaria en el estricto terreno de las reivindicaciones obreras y democráticas.
Por la retirada del plan Macron en todos sus aspectos: retirada de las contrarreformas de las jubilaciones y del seguro por desempleo, retirada de la amenaza de pérdida de empleo y de salario que afecta al personal de hospitales, retirada del “pase” Macron que de sanitario sólo tiene el nombre.
Por las medidas de urgencia que permitan el acceso a la vacunación gratuita a todos los que lo deseen, organizándola en particular en los barrios populares, lo más cerca posible de la población; medidas de urgencia también, garantizando a los jóvenes un verdadero trabajo, un verdadero salario en condiciones de durabilidad estatutaria y contractual y los medios de estudios reales en presencia física en el bachillerato y la universidad. Un plan de emergencia para salvar al pueblo trabajador que, repitámoslo, implica romper con Macron, prohibir los despidos, defender los servicios públicos y abrir el camino a otra política acorde con los intereses de la mayoría.
El POID decide comunicar estas propuestas a todos los niveles, nacional, departamental y local, a todos los trabajadores, activistas y jóvenes y a todas las organizaciones que se declaren en interés de la clase obrera y de la democracia y se declara abierto a cualquier reunión y a cualquier debate sobre estas propuestas.
El Buró Nacional, el lunes 19 de julio de 2021